Cuando lees tu prueba Covid y dice “Positivo”, la verdad lo que la mayoría pensamos es en las consecuencias físicas que tendrá el virus en nuestro cuerpo, pues ya sabemos que se trata de vida o muerte. Sobre vienen muchos pensamientos, pues la mente es ágil y en muchos casos la peor aliada, el temor, el miedo a que tu cuerpo no responda bien y se complique esta latente cada día con sus 24 horas, pues si que hay tiempo para contarlas.  ¡Pero y quien habla de las consecuencias emocionales?  Todos lo vivimos de formas diferentes y en circunstancias especiales.  En mi caso, dos contagiados y dos apersonas sanas, Gracias a Dios mi COMPAÑERO DE CUARTO y mi hijo que por su juventud y facilidad fue desterrado de la casa mientras todo pasa. 

Conviviendo entre las mismas paredes, el virus es implacable.  Días de soledad y aislamiento, cada uno llevando cada día a su estilo e intentado estar lo mejor posible. Silencios, tensiones, impotencia y afuera la vida sigue sin que puedas hacer nada.  Nadie quiere enfermarse, pero en especial en esta familia es algo que tenemos vetado; así que para los que están sanos ver a tu ser querido enfermo, nada fácil, y para el que está enfermo, una necesidad urgente de sentir mejoría y que acabe pronto para volver a la normalidad de tu vida.  Hablando de normalidad, sin olfato ni gusto la vida es otra; el mas delicioso manjar se torna solo en comida y tus ojos imaginan lo delicioso que debe estar todo pero no lo puedes sentir.  Ahora me doy cuenta que cada sorbo de agua con sabor a agua es una bendición que a menudo no apreciamos.

Hoy por mi séptimo día contando en la cuenta regresiva de las estadísticas para recuperarme más, respirando profundo y con dolores en el cuerpo, mareos y debilidad se que tengo la oportunidad de seguir viviendo y aprovechar mejor tiempo para cumplir sueños. 

Extraño dormir al lado de mi COMPAÑERO DE CUARTO, reírnos en las noches, ver TV juntos, compartir comidas juntos, pelear porque se mete al baño si aún me estoy arreglando, los tintos de las mañanas y las tardes y tantos instantes que hasta con el cruce de un sencillo beso es tan especial.  Mi emoción…GRATITUD, con Dios, con la vida, contigo COMPAÑERO DE CUARTO, con mi familia que me rodea y me ama y contigo que lees este mensaje y has orado por nosotros.  ¡¡¡¡Regreso pronto!!!!

Para sorpresa de muchos, al día de hoy han pasado 6 meses desde que me contagié con Covid y en el día 10 recibí la noticia de mis pulmones colapsados, afortunadamente no fui atendida en centro clínico pues luego de un diagnóstico equivocado ante mi dolor, me regresaron a casa y gracias a ello me pude tratar en el lugar más cálido que todos conocemos, ¡nuestro hogar!

Muchos días con dolores muy fuertes a causa de los pulmones, insomnio, inapetencia y otras tantas dolencias más que luego de 20 días y muchos medicamentos, poco a poco inicio mi recuperación.

Muy cerquita de la muerte ante lo malo del diagnóstico, pero muy pegadita a Dios por la fé, el amor y la energía que tanta gente a mi alrededor me envió.  Por primera vez sentí tan real el poder del amor.

Días tan fuertes y difíciles para mi familia y en especial para MI COMPAÑERO DE CUARTO, pues con el pasar de los días me contaban los allegados como lo escuchaban y lo veían llorar ante mi enfermedad.  Recibí de sus manos tantos cuidados como le fueron posibles, alimentos preparados con tanto esfuerzo y dedicación, compañía en las noches que fueron las mas largas que he pasado y mil cosas mas que por tantos minutos y horas él hizo por mí.  Gracias amor mío.

Hoy respiro con la tranquilidad que me da de nuevo la salud reestablecida y mucha gratitud por que aún tengo vida y en abundancia para compartir contigo mis vivencias y las cosas que a menudo pasan en la vida de los COMPAÑERO DE CUARTO, convencidos que todo se puede superar y que no existe nada que nos derrote por completo, siempre tendremos la oportunidad de luchar y vencer con la fuerza del amor.